miércoles, 10 de febrero de 2016

HE HECHO UN CURSO






Si he hecho un curso, como mucha gente, claro que si, y pesareis que eso no es tan importante como para dedicarle, y lo he acabado hoy tras dos meses de asistir, largo, o corto, depende de cómo lo mires, como todo, largo porque vivimos una vida muy rápida, dirá yo que frenética, y si entre el trabajo y mis hijo, intentar intercalar algún curso, tienes que hacer malabares, como todos; y corto, porque he aprendido mucho, me lo he pasado genial, porque he reído, he llorado, he contado, he escuchado, y al final he sentido.

Y os preguntaréis y ésta que curso ha hecho?, pues un curso para intentar curar mi corazón, un curso para intentar que todo vaya mejor, que me digan que lo he hecho mal, que me estoy equivocando, que se pueden hacer las cosas de otra manera y  que es más fácil de lo que parece.

Un curso para toda esa gente que está pasando por un proceso de ruptura, que tarde o temprano no sabe cómo manejarlo, que se cree que lo hace cojonudo, eso son los perores, y gente que cree todo pasará, que el tiempo lo cura todo, pero que en el fondo de su corazón sabe que lo está haciendo mal y necesita ayuda.

Un curso en el que fui sin muchas expectativas, creyendo que no sería muy útil, y como todo en la vida, de donde menos te lo esperas sacas algo mejor, como cuando vas a una comida, una cena o una fiesta que piensas, uff que rollazo, y al final te lo pasas genial. Pues eso, uff que pereza me da y no creo que pueda soportarlo, y pasa una semana, y otra y otra, y al fina dices..., me encuentro bien, pero ni de broma que es por el curso, ha coincidido, yo estoy mejor, y lo demás va mejor.

Puede ser, pero hoy, en la clausura del curso, y analizando cada uno de los que hemos participado como se sentía, todos se sentían mejor, y yo pensando pues será que no ha coincidido y que me siento mejor porque he estado ahí.

Reconozco que me han ayudado, que es positivo, que no existe la fórmula magistral, qu me ha ayudado, que me ha gustado estar con gente buena, que a pesar de que lo está pasando mal, ha escuchado, y no han dicho, que horror, siempre con el mismo tema, cambia de tema, no te enfades, habla de otra cosa, que me han dicho te estás equivocando, por ahí no vas, mejor por aquí,  que me han dado pequeñas estrategias para sentirme mejor, y que mis hijos también se sientan mejor.

Y hablando de hijos, todos los componentes del curso teníamos, curiosamente, hijos, y todos estábamos ahí para que nuestros hijos se sientan mejor, con la generosidad a flor de piel y sabiendo, insisto que lo estábamos haciendo mal, que está pelea no llevaba a ningún sitio, y que la rabia, el odio y la culpa son absurdas.

Porque al final cuando rompes con alguien, no puedes decir ahí te quedas, y no quiero saber nada más de ti, y con hijos por en medio menos, lo hacemos mal, nooo lo hacemos fatal, una y otra vez nos equivocamos, y eso no es malo, me puedo equivocar, pero mis errores, peleas, rabia y rencor no pueden repercutir en tus hijos.

Bueno pues de todo eso se trataba de pequeñas estrategias para sentirnos mejor, para no culpar a tu ex de todo, para tener muy muy claro que lo más importante es mantener a tus hijos al margen de este puta lío que tú no puedes controlar.

Y lo más curioso es que el patrón no es diferente entre hombres y mujeres, en ese caso no, en el curso había, incluso más hombres que mujeres.

Gracias grupo por escuchar, por hablar, por desnudar vuestras emociones con tanta generosidad, por no juzgar, por sufrir lo que sufrían los demás, por sentir y por vivir. Caty llora, llora hasta reventar, y siéntete tan mal como te de la gana, pero no como te digan, llevas demasiados años haciendo lo que a los demás les gusta, como yo, como si los demás fueran un ejemplo a seguir,

Susana, sáltate las normas, pasa de los finales, no escondas lo que sientes, está bien caer, y cuanto más caemos mejor, porque luego tendremos más trechos para subir arriba.

Frank, cielo te queda tela,  estás de subidón, pero esto es una montaña rusa, arriba y a bajo, yo subí tan arriba y me creí que podría con tanto, que la torta fue...

Chicos sois estupendos, luchadores, con ganas de seguir, y con ganas de hacerlo mejor, tenéis sensación de pérdida, de abandono, queréis estar con vuestros hijos, compartir sus cosas, saber cuando van al médico, que tal en el cole, un fin de semana alterno y un día a la semana y a veces con malas caras de niños adolescentes, que no se entienden ni ellos, no os basta. Podemos tener un exmarido o una exmujer pero no queremos ser expadres o exmadres, verdad!!!

Ya todo duele un poco menos, aunque seguirá siendo complicado, ha sido una buena formación, educar un poco al corazón y al alma es buena cosa, calmar la rabia, y buscar la tranquilidad, y pensar en uno mismo, no solo lo da el tiempo, hay que ayudar a ese tiempo, lo importante es encontrar el momento y curso, apoyo actividad adecuada, y yo lo he encontrado con vosotros.

Tengo que escribirlo hoy, con toda la emoción de haberlo terminado, y la sensación de que me llevo mucho y he aprendido algo.

Todos nos equivocamos, ni nadie tiene toda  la culpa,  ni nadie tiene toda la verdad, pero los únicos que son inocentes son nuestros hijos. Y para no dramatizarlo, que también lo hacemos un último apunte, si los matrimonios discuten delante de sus hijos y no pasa nada. Porqué lo estamos haciendo tan mal cuando discutimos los ex. Tan diferente no es.

Y mi deseo de final de curso es que las aguas se calmen, que lleguemos a un entendimiento, que lleve simplemente a un punto de confort en una familia, que no es ya la tradicional, pero que sigue siendo una familia, con unos niños que solo quieren tranquilidad. Porque son niños, y tienen ser niños felices y hacer cosas de niños, y ya les tocará ser mayores.

2 comentarios:

  1. Toda institución humana coronada de éxito contiene unos antagonismos de intereses personales que han sido ajustados para conseguir una armonía práctica de trabajo, y la creación del hogar no es una excepción. El matrimonio, la base para formar un hogar, es la manifestación más elevada de esa cooperación antagonista que caracteriza con tanta frecuencia los contactos entre la naturaleza y la sociedad. El conflicto es inevitable. El emparejamiento es inherente, es natural. El matrimonio sin embargo no es biológico, es sociológico. La pasión asegura que el hombre y la mujer se reunirán, pero el instinto parental más débil y las costumbres sociales son las que los mantienen unidos.

    Aunque los sexos nunca pueden esperar comprenderse plenamente el uno al otro, son efectivamente complementarios, y aunque su cooperación sea a menudo más o menos antagonista en el plano personal, es capaz de mantener y reproducir la sociedad. El matrimonio es una institución destinada a ajustar las diferencias sexuales, llevando a cabo al mismo tiempo la continuación de la civilización y asegurando la reproducción de la raza.

    El matrimonio es la madre de todas las instituciones humanas, pues conduce directamente a la fundación y al mantenimiento del hogar, que es la base estructural de la sociedad. La familia está unida vitalmente al mecanismo de la preservación de sí mismo; constituye la única esperanza de perpetuar la raza bajo las costumbres de la civilización, mientras que al mismo tiempo proporciona de manera muy eficaz ciertas formas altamente satisfactorias de placer personal. La familia es la realización puramente humana más importante del hombre, pues combina, tal como lo hace, la evolución de las relaciones biológicas entre el varón y la hembra con las relaciones sociales entre el marido y la mujer.

    (Comentario extraído del documento 84 del Libro de Urantia)

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar