miércoles, 16 de marzo de 2016

SI A LA VIDAD






Un si a la vida, pues claro, yo y todo el mundo, en situaciones normales, creo que todos somos pro-vida. Y solo tenemos una y la deberíamos vivir lo mejor posible. En medios de comunicación, redes sociales, libros, profesionales todos van a favor de vivir nuestra vida lo mejor posible, incluso me atrevería a decir que en demasia. Demasiados consejos para ser feliz, demasiados gurús, y falsos profesionales y fórmulas para la felicidad. Y poca realidad. Por qué, porque pocas veces nos dicen, que ha pesar de que solo tenemos una vida, y que hay que intentar vivirla lo mejor posible, buscando nuestros pequeños espacios de felicidad, lo que no gusta contar, y no vende es decir que también en nuestro camino, hay dolor, sufrimiento, enfermedad, pérdida, etc.





Bueno pues como en la vida hay cosas buena y malas, en una convocatoria hay gente que está a favor y gente que está en contra. Como la que se ha propuesto para el sábado día 19 de marzo, en mi ciudad, Palma, en el Paseo del Borne, seis a ocho de la tarde.

En este post, sólo voy a contaros la forma que en Palma proponen algunos grupos celebrar el Día Internacional de la Vida en el 2016, tan respetable como cualquier tipo de manifestación no violenta que hagan las personas defendiendo sus ideas. Pero no voy a entrar en discusiones mucho más complicadas, ni me voy a posicionar a favor ni en contra del aborto. No por cobardía, sino porque no me atrevo.

Y no me atrevo porque mi experiencia personal me ha enseñado en que en este tema no opino, que respeto cualquier decision de cualquier persona, que no me atrevo a decir si la mujer es la única que puede opinar a favor o en contra del aborto, que si también deben opinas los hombres, que si el Estado debe prohibirlo o no.

Demasiado complicado y sobre todo si lo has vivido de cerca. Me explico, o por lo menos lo intentaré. Como muchos de mi generación yo hice pasito a pasito lo que se pedía de mí, estudié, me formé, tuve la suerte de hacerlo en la universidad, me puse a trabajar, conocí a mi ex marido, me enamoré, me case, y tuvimos dos hijos. Y colorín colorado este cuento acababa de empezar. Mi primer hijo, nació con muchisimos problemas, fue muy duro, complicado, y dificil de aceptar al principio, yo como madre me sentí muchas veces culpable, de que mi angelito estuviera tan malito, y lo tuviera tan difícil el resto de su vida.

Pero luche, y luche mucho y sigo luchando, por él y con él, ya llevo 19 años así, y no sabéis lo llena que me siento.

Aunque sea muy íntimo, si no me explico un poco más, no entenderéis a que viene este artículo, cuando estaba embarazada me propusieron hacerme unas pruebas para ver si todo iba bien o no. Como no tenía ningún antecedente, ni ninguna intención de interrumpir mi embarazo, porque era un niño muy deseado, decidimos su padre y yo, no hacernos ninguna prueba.

Bueno nació Perico, y contar ahora todo lo que hemos hecho juntos mi hijo y yo para que esté tan feliz y tan bien ahora, no encaja. Pasados siete años, el padre de mis hijo quiso tener otro, y yo no me atrevía, complicado volver a pasar por lo que había pasado, complicado porque tenía muchas posibilidades de tener otro niño con problemas y complicado decidir si quería o no quería abortar.

Pero María está ahí ya con doce años, estoy encantada con ella, es una niña estupenda y con un corazón y una generosidad enorme gracias a lo que ha tenido que compartir con su hermano. Ha tenido que ceder muchos momentos y horas para que su hermano esté bien. Y nunca le ha importado.

Bueno pues al final Maria vino al mundo, sin ninguna prueba para interrumpir mi embarazo, si venía con problemas, decisión que tomamos su padre y yo, ante de quedarme embarazada, y asumiendo con generosidad lo que viniera. Siempre controlada, para que ella naciera lo mejor posible.

Y ahora me voy a permitir el lujo de ser un poco demagógica, sabéis porque no quería abortar, porque no quería esa responsabilidad bajo mi conciencia, y solo por una razón, si Perico tenía 7 años, le estaba dedicando todo mi tiempo, mi esfuerzo y mi amor para que siguiera adelante, quién era yo para que mi futura hija no tuviera las mismas posibilidades. Abortar con María hubiera sido como pegarle un tiro a Pedro. Ya es extremo, crudo y brutal, pero creo que así me podréis entender un poco más.

Todo eso que me paso hace años, y de lo que no me arrepiento absolutamente nada, me hace no poder juzgar a nadie, porque es muy muy complicado, vivir una vida al lado de un niño muy enfermo, con una discapacidad tan importante, no creo que debamos obligar a nadie a decidir pasar por eso o no pasar por eso.

Permitamos a la gente que tenga miedo, permitamos a las mujeres que sean valientes, o que sean cobardes, permitamos a la gente que vivan sus propias vidas. Y dejemos de juzgar tan facilmente de cosas que no hemos vivido.

Yo no me atrevería a decir a unos padres, seguir adelante con un embarazo tan complicado y una vida tan sacrificada. Lo respeto todo.

Y por supuesto mi SI A LA VIDA, desde hace 19 año que tiene mi hijo, y desde hace 51 años que tengo yo.

Y mi respeto absoluto a la convocatoria del día 19 de marzo en mi ciudad, y espero que mi opinión sea respetada igualmente, porque este post está escrito solo con amor.



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