miércoles, 23 de marzo de 2016

Semana Santa




Cuando lo has pedido miles de veces lo has conseguido, y de repente te entra un vacío enrome, en mi caso, y en el caso de muchos, no nos damos cuenta que estamos bien, hasta que nos ponemos malitos, nosotros, o peor aún nuestros hijos.

Y hablo simplemente de un paréntesis en la vida diaria, de una semana en el hospital, por una puta gripe, a pesar de habernos vacunado. Bueno pues deseando que desde el sábado la cosa no se complicara más, es decir, un enano en el hospital, y otra niña intentando hacer vida normal, y haciéndose la despistada, y apretando, para que sus planes, aunque sin grandes pretensiones, no se fastidiaran, que también tiene derecho, empezara sus vacaciones de Semana Santa, como todas las niñas, con sus planes...

Pero cuando esa niña preciosa tiene un hermanito con una discapacidad, y cuando se pone malito, se pone mas malito que un niño normal, aunque lo quiera entender, se revela, esa niña, al acabar el cole,  y empezar sus vacaciones, quiere salir, en el caso de Mi Dulce María, de procesiones. Y digo yo, por qué le gustan a la pesada de mi hija salir de procesiones, aún como monaguillo, porque a partir de los 13 años saldrá de cofrade, en La Cofradía del Silencio, que es la de su colegio. Pues ni puñetera idea, porque yo nunca he ido en ninguna procesión y ni siquiera me ha gustado ir a verlas. Pues desde el Domingo pasado, que es Domingo de Ramos no se pierde una procesión. Hoy estamos a Miércoles, y mañana es la gorda, el Jueves Santo, que en Palma es larguiiiisima, hay un montón de monaguillos y cofrades, y pocos pasos. Todo hay que decirlo.

Y os aseguro que no soy nada beata, y que últimamente a la Iglesia, le he dado un poco de lado, porque a veces, y que Dios me perdone creo que se ha olvidado un poquito de mi. Bueno hoy noooo. Hoy ha sido bueno, mi hijo mayor, ha salido del hospital, le han dado el alta, está bien, y puedo controlarlo en casa, cuando todo se normaliza, en casa todo es más fácil y a la petarda de mi hija, con solo doce años, sus salidas con amigas, y sus procesiones, su traje de monaguillo, sus chuches y confetis en la faldiquera, el palito para quitar la cera de los cirios, y el encendedor para encender los cirios si se apagan y su niñez, lo más feliz que pueda, a pesar de que esta Semana Santa, será de casita, mimitos, series y tranquilidad.

He pasado Semanas Santas de vacaciones cortas, en sitio lejanos donde te pasas mas tiempo en el avión y en el aeropuerto, que en el sitio en si, viendo casi nada, en muy poco tiempo, pero cumpliendo agenda, con el tiempo, veo que tampoco era un buen plan. Sentarte en una terraza de una ciudad desconocida, sin medirte el tiempo, callejear, tomar un aperitivo, volverte al hotel porque estás cansada, y no has visto todo lo que tenías que ver, es un buen plan de viajar.  

Y yo ahora en casa, a punto de dar de cenar al mayor, vistiendo a la pequeña, que se va de procesión, en unos años se irá de fiesta y no me tendré que preocupar tanto, o a lo mejor más. Con todo organizado, habiendo hecho auténticos malabares para que todo encaje.  Y ha encajando, no se como pero lo he conseguido. Con unos días de fiesta por delante que me dan un respiro para cuidar a los enanos. Pero poco para divertirme y para mi.

Todo perfecto, he tenido suerte, hemos salido de esta, estamos bien, mi hijo casi recuperado, la Dulce María ni se ha enterado, y seguirá con su vida normal.

Y ahora porqué estoy triste, porqué tengo unas horribles ganas de llorar, porqué me siento tan sola, a pesar de la cantidad de apoyos que he tenido, de la cantidad de amigos que se han ofrecido a echarme una mano. Porqué estoy tan jodida. Pues porque me puedo permitir bajar la guardia. Y ahora me entra el bajón. Seguro que a muchos de vosotros os ha pasado.

Pasa porque después de una semana complicada, de tensión, de incertidumbre, de no poder programar, de dar gracias a que no tenía un pequeño viaje en Semana Santa planeado, para despejarme, porque tengo unas ganas horribles de llorar.

Pues porque no tengo ningún derecho a quejarme, porque hay una monto de niños que han muerto en un autobús después de ir a Valencia, de fallas, en ese estupendo programa universitario que se llama Erasmus, porque en Bruselas han muerto un montón de gente en un atentado terrorista, que no entendemos, ni controlamos, ni tiene sentido.

Al final y resumiendo, estoy bien, triste, cansada, pero agradecida de que hemos pasado un bache más, pero estamos bien. No serán las mejores vacaciones de Semana Santa de mi vida, pero tampoco las peores. 

Estamos los tres en casa, tranquilos, sin pedirle a las vacaciones mucho más que un poco de descanso, mucha salud, y alguna sonrisa.

Felices Pascuas, os deseo lo mejor.

2 comentarios:

  1. Cómo bien has dicho en el momento que todo se calma es cuando salen las lágrimas. ..Descansa rodeada de los niños y como siempre te digo,aquí estoy para lo que necesitéis. ...XOXO

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  2. Cómo bien has dicho en el momento que todo se calma es cuando salen las lágrimas. ..Descansa rodeada de los niños y como siempre te digo,aquí estoy para lo que necesitéis. ...XOXO

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