jueves, 24 de abril de 2014

COMO ELEGIR UN BUEN COLEGIO PARA TUS HIJOS

Abril, lo recuerdo con terror, se abre el plazo de inscripción para que tus hijos vaya a un colegio u otro. 

Debería existir la libre elección del colegio que tu quieras, por supuesto en los colegios privados, es mucho más fácil, lo difícil es pagarlos y llegar a fin de mes. Los colegios concertados y los públicos, no te permiten esa libertad, va por puntos, no depende de tí, sino del número de puntos que tengas para poder entrar. Y depende cada año de diferentes varemos. Antiguo alumno, cercanía del centro, familia numerosa.

Incluso hay plazas reservadas para niños de otros paises, y niños con problemas, eso sólo en algunos colegios.

Mi hijo Perico ya tiene 17 años, como todos sabéis, porque lo he dicho ya demasiadas veces. Cuando tenía 4 empezamos la pesadilla, había que escolarizarlo. Nos informamos en la Consellería de de Educación, concretamente en Educación Especial. Nos recomendaron que era más importante que el Colegio quisiera al niño, que el Colegio nos gustara a nosotros. Y cuanta razón tuvieron.

Yo pregunté al Jefe de Servicio a que colegio llevaba a su hijo y me dijo al Sagrado Corazón, pensé, no está mal fue mi antiguo colegio, y tiene una fama estupenda con los niños de integración. Pero que va! Imposible, no había plazas.

Colegios concertados, públicos, nos paseamos por todos, algunos eran buenos pero no se adaptaban a nuestro horario laboral. Había que encajar el puzzle para que eso funcionara.

El desgaste os aseguro que fue brutal. Al final y como única opción pedimos plaza en el Colegio de la Purísima. Nos entrevistamos con la Directora, la Psicóloga del centro y echamos la instancia. Y digo echamos por que fue lo mismo que tirarla a la papelera.

El las listas provisionales no fue admitido. Bien!. No había más niños de integración pidiendo plaza en 4 años de infantil. Y amenacé, literalmente a la directora que si se guardaba esas plazas, concretamente dos, para algún favor personal, saldría en los periódicos.

Se asustó aceptaron a Perico, y entró. Fue un horror, a lo mejor una equivocación mía. Pero mi hijo tenía que ir al colegio, y a uno de integración, por supuesto, bajo la política de la Consellería de Educación.

No le daban de comer porque no tenían trituradora, Perico no masticaba, aún tampoco, yo tenía que llevarle su comida, y una persona que contraté para que le diera de comer. Educación no me puso una auxiliar para darle de comer.

Si se iban de excursión no se lo llevaban porque no lo podían controlar, tampoco le dejaban dormir la siesta porque se hacía pipi. Y le cambiaba la limpiadora, por cierto sorda. Porque nadie tuvo caridad para cambiar el pañal a un niño que no sabía ir al baño.

Un largo etcétera de injusticias, que aún pasados tantos años, sigo llorando mientras escribo este artículo.

En Abril, decidí llevarlo solo de 9:00 a 12:00 llevarlo a casa a comer. Y al año siguiente si fue al Sagrado Corazón, pero a una plaza privada gestionada por el Gaspar Hauser. Cinco niños con dos profesoras de educación especial. Diez años maravillosos que pasó mi hijo, en un equipo estupendo y agradeciendo personalmente la ayuda de Elena y Ana, os quiero chicas.

Anecdótico, la Directora del Colegio de La Purísima, en esa época, me recomendó que me comprara un delfín para que interactuara con mi hijo. Pero no quiso triturale una comida ni darle de comer. 

Espero que todos los padres que queréis elegir un determinado colegio para vuestros hijos tengáis más suerte que yo. Y tengáis puntos suficientes para poderlos meter en el centro elegido.

Feliz Jueves.

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